lunes, 8 de marzo de 2010

Historias de no dormir (VI): Sugestión

Con el fin de paliar la ansiedad que provoca el tener que ver los nuevos capítulos de Lost a razón de uno por semana (y sin que estén resolviendo gran cosa y ya van 6…) Mi Santo y yo vemos otras series.

Hasta que se nos terminaron, alternábamos la última de Dexter con la última de The Big Bang theory. Con la primera me suelo aburrir rapidito pero esta temporada merece la pena. La de los frikis sufre altibajos pero tiene momentos memorables.

Llegó el fatídico día en que se nos acabaron las dos. Lo intentamos con Arrested Development. Lo intentamos mucho porque llegamos a la segunda temporada, creo. Pero nada, que no nos hace de reir.

Finalmente y por culpa de la mula que me trae por la calle de la amargura y baja sólo las cosas que a mí no me apetecen ver, empezamos a ver El Mentalista. Y todo porque faltaban dos capítulos de Mad Men y tres de 30 Rock que era las que yo quería ver.

Le di un voto de confianza al rubio sabiendo que me iba a empezar a caer gordo en menos de tres capítulos. Al final ni eso.

¿Os acordáis de la entrañable serie de los 80 “Se ha escrito un crimen”? Pues disfrazas a Simon Baker a lo Sra. Doubtfire y es igualico igualico.



Es simple y tontorrona y sigue siempre el mismo patrón. Te enseñan sutilmente a un sospechoso, luego a otro (que siempre resulta ser el malo) y luego un tercero para despistar. Y así hasta que el chico observador pilla al malo en un renuncio. Un tostón.

A pesar de ser mala, cuenta como serie policiaca. Y ver tanta ficción del gremio nos iba a acabar pasando factura.

Los hábitos del sueño de Mi Santo son completamente opuestos a los míos. Yo me quedo frita en el sofá por la noche y me levanto por al mañana con cierta facilidad (en condiciones estándar). Él se va a la cama a regañadientes y luego no hay quien lo despierte. Pero últimamente se están cambiando las tornas. Muy raro.

El caso es que ayer, como buen domingo perro donde los haya, nos tragamos dos pelis y unos cuantos episodios de El Mentalista. A mitad del último percibo a mi lado izquierdo un ruido acompasado que se corresponde con una respiración más profunda y pausada de lo normal.

Se ha quedado frito. Es raro porque siempre me pasa a mí. Y luego le martirizo para que me cuente lo que me he perdido. En este sentido El Mentalista es agradecido… pero cuando estábamos viendo Twin Peaks Mi Santo las pasaba canutas y yo nunca entendía nada.

Cuando termina el episodio decido intentar despertarle.

- ¿Qué? ¿Nos vamos a la cama?

No hay respuesta. Pequeño zarandeo.

- ¿Que si nos vamos a la cama?

Parece que abre un ojo.

- Sí, sí, claro que nos vamos a la cama. Pero primero habrá que explicar lo de la sangre.

Bieeeeeeeeeeeeen. Por fin va a confesar su vena psicópata.

- ¿Qué sangre cariño?

- Pues la que han dejado ahí cuando se han llevado el cuerpo. ¿Qué sangre va a ser si no?

La conversación podría haber durado mucho más pero, mientras que yo me aguantaba la risa antes de contestar, se me volvió a quedar frito. Y no suele hilar muy bien los temas entre sueño y sueño.

Supongo que el hecho de que las dos pelis de esa tarde No es país para viejos (mala, mala, mala) y Déjame entrar (güena, güena, güena) ayudó a potenciar sus fantasías.

Algo me ha contado su madre alguna vez… pero de pequeño tenía que ser temeroso.

martes, 2 de marzo de 2010

Relativo

Cualquier comparación no es más que algo relativo. Somos inmensamente más grandes que un pequeño microbio y somos como un microbio comparados con el planeta en el que vivimos.

Curiosamente nos da mucho más respeto algo inmensamente más pequeño que nosotros que lo contrario. Cosas de la estadística. Hemos visto a mucha más gente morir por una enfermedad causada por un bicho minúsculo que por que la tierra se abra a su paso.

Pero hay veces en las que lo relativo nos sorprende. Un terremoto por ejemplo. Afecta intensamente a los que les pilla cerca mientras que los demás lo vemos por la tele. Pero nunca había pensado que pudiera afectar a todo el planeta.

Un geofísico de la NASA con mucho tiempo libre y ganas de salir por la tele ha explicado que un terremoto puede desplazar cientos de kilómetros de rocas por espacios muy reducidos lo que, atención, modifica la distribución de la masa del planeta.

Como cualquier geofísico o patinador sobre hielo sabe, una modificación en la distribución de la masa de un cuerpo que gira en torno a un eje hace que éste (el eje) se desplace y que su velocidad angular se modifique. El principio de conservación del momento angular es quien manda en estas cosas.

Seguro que la explicación del geofísico iría en ese sentido y sería aburridísima. Pero el patinador pensaría que una demostración sería más fácil de entender. Se pondría a girar sobre sí mismo con los brazos separados del cuerpo y podríamos comprobar que, cuando los pegara al cuerpo, giraría mucho más deprisa.

A medio camino entre una explicación y la otra se queda este video tan ilustrativo como educativo.

Si alguien no se fía y quiere ver las fórmulas que lo demuestran se las paso que las tengo.

A lo que iba. Que se puede calcular que esas piedrecicas que se han dado un garbeo por el meneo brutal que ha sido el terremoto de Chile han desplazado el eje de rotación terrestre en 8 centímetros!!

Y, por supuesto, también ha modificado la velocidad de rotación de la Tierra. Si se ha desplazado el eje 8 centímetros... dosydossoncuatrocuatroydossonseis... me llevo dos... la duración del día se ha acortado en 1,26 microsegundos!!

Una que creía que pocas cosas habían tan ciertas como que un día tiene 24 horas... y ya no es verdad!

Y lo más fuerte es que no es la primera vez que pasa! Después del seismo de Sumatra, que fue más bestia todavía y que provocó el tsunami de 2004, se calculó que el día se había acortado en 6,8 microsegundos.

Si seguimos así se nos van a quedar en nada los días. Y como siempre se hace más corto lo bueno que lo malo seguro que sólo lo notaremos cuando estemos de vacaciones.

Así que espero que un día de estos y en un sitio muy remoto donde a nadie pueda hacer pupa, haya un terremoto enonnme que desplacen los pedruscos hacia fuera y recuperemos nuestras 24 horitas con todos sus microsegundos.

Que yo creo que empiezo a notar el jetlag.